Luciano
Alimelli

Luciano Alimelli es el corazón palpitante de Lucianino’s Barber Shop. Las raíces de su interés en el mundo del cabello se remontan al pasado, desde los días que pasó en el salón de su tía, cuando todavía era solo un niño. Después de completar sus estudios de contabilidad, decide emprender un camino diferente, lejos de sus pasiones, y esto representa un momento marcado por un consistente sufrimiento emocional e insatisfacción interior, que lo llevan a recorrer caminos equivocados que lo hacen infeliz. En 2010, el destino decide darle una nueva oportunidad: Luciano toma la valiente decisión de inscribirse en la escuela de peluquería, un punto de inflexión que ilumina el camino de su vida, permitiéndole finalmente descubrir su verdadero amor en el mundo de la belleza. Comienza a dedicar horas interminables al estudio, a la búsqueda continua de la perfección, participando en eventos y convenciones para enriquecer su bagaje de competencias. Por lo tanto, Luciano finalmente construye su reino profesional, un lugar donde los clientes pueden encontrar refugio del torbellino del estrés diario y sumergirse en un oasis de bienestar físico y mental. Su público objetivo son personas que no solo buscan un corte de pelo o una barba, sino una experiencia completa de cuidado personal, que sepa satisfacer los gustos y tocar las cuerdas del alma. Con dos salones de éxito en activo, Luciano no se contenta con los resultados alcanzados y sigue soñando en grande como siempre lo ha hecho, compartiendo sus visiones con su equipo ya muy experimentado. Para él, cada técnica, cada gesto, cada servicio ofrecido debe estar impregnado de un valor auténtico, de lo contrario queda vacío y sin sentido, mentalidad que trata de transmitir cada día a quien comparte con él esta aventura. Su sueño es poder gestionar de manera autónoma y completa sus actividades, viviendo plenamente el desarrollo y el crecimiento de sus realidades laborales, como faro que guía su barco hacia el horizonte de los sueños a conquistar.