Gianluca
Mazzoni

Gianluca Mazzoni, originario de Fermo, siempre ha tenido un gran transporte para la creatividad y el arte. Después de asistir a la universidad por un corto tiempo, decidió seguir su verdadera pasión convirtiéndose en peluquero. A pesar de comenzar prácticamente desde cero, Gianluca demostró una determinación extraordinaria para recorrer su camino en el mundo de la belleza. Después de varios años de duro trabajo y compromiso, aprovechó la oportunidad de enriquecer su experiencia yendo a Canadá, donde vivió y trabajó en el salón de su tío. Aquí, se enfrentó al fuerte frío del clima canadiense, pero también aprendió mucho de la confrontación con nuevas culturas y mentalidades. Luego, Gianluca continuó su viaje a los Estados Unidos, a Miami, donde pasó dos meses inmerso en la vibrante escena de la moda y la belleza. Pero fue su período en Inglaterra lo que marcó un cambio decisivo en su carrera, una inmersión total de un año y medio en la que descubrió la filosofía del corte geométrico de la famosa escuela de Sassoon y la importancia del uso de productos orgánicos para el cabello. De vuelta en Italia con un bagaje cultural y profesional enriquecido, Gianluca ha abierto su salón en San Benedetto del Tronto, donde todavía hoy crea cortes "sartoriales" que exaltan la personalidad de sus clientes sin alterarlos del todo. Continúa viajando, descubriendo nuevas culturas y nuevas técnicas, pero es el amor por Bali lo que lo ha impresionado especialmente. Además de la belleza del lugar, de hecho, Gianluca está fascinado por la mentalidad y el enfoque profesional de los peluqueros locales. Cuando regresa a casa, junto con el trabajo en su salón, se dedica a la enseñanza y la formación, compartiendo su amplia experiencia con la nueva generación de peluqueros. Continúa cultivando su pasión por el conocimiento profesional, comprometiéndose constantemente en su camino de crecimiento personal. ¿Cuál es su sueño? Ir a vivir y trabajar en Bali, sumergiéndose completamente en la cultura y el estado de ánimo de este lugar que sin duda se ganó su corazón pero que le hizo comprender, aún más, cuán fuerte es su vocación.